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25/9/10

SE VENDEN CACHORROS

Un dueño de la veterinaria estaba clavando sobre la puerta de su negocio un letrero que decía: " Se venden cachorros”.

Letreros como ese tienen una atracción especial para los niños pequeños y efectivamente, un niño apareció bajo el letrero del negocio.

-¿Cuanto cuestan los cachorros?, pregunto.

-Entre $30 y 50 pesos, respondió el veterinario.

El niño metió la mano en su bolsillo y saco unos billetes.

-Tengo $ 2.37 pesos, dijo. ¿Puedo verlos, por favor?

El hombre sonrió y silbo, y de la cucha de los perros salio " Dama", que corrió por el pasillo del negocio seguida de cinco pequeñitas y diminutas bolas de pelo. Un cachorro se estaba demorando considerablemente. El niño inmediatamente distinguió al cachorro retrasado. ¡Era rengo!

-¿Que le pasa a ese perrito?, pregunto.

El hombre le explico que había examinado al cachorro y había descubierto que le faltaba una parte de la cadera y que renguearía por siempre. Estaría lisiado toda su vida. El niño se entusiasmó.

-¡Ese es el cachorro que quiero comprar!, dijo.

-NO, tú NO quieres comprar ese perrito. Si realmente lo quieres, te lo voy a regalar, dijo el veterinario.

El niño se enojó mucho. Miro al hombre directo a los ojos, y moviendo el dedo le dijo:

- No quiero que me lo regale. Ese perrito vale exactamente tanto como los otros perros y voy a pagar su precio completo. Por eso, ahora mismo le voy a dar $ 2.37 y luego 50 centavos al mes hasta terminar de pagarlo.

El veterinario contestó: -¿Realmente quieres comprar este perrito?. Nunca va a poder correr, saltar ni jugar con vos como los otros cachorritos.

Al oír esto, el niño se agacho y se enrollo la pierna del pantalón para mostrar una pierna izquierda gravemente torcida, lisiada, sostenida por un gran aparato ortopédico de metal.

Miro al tendero y suavemente le respondió:

- Bueno, pues yo tampoco corro tan bien que digamos, y el cachorrito va a necesitar a alguien que lo entienda.

Nunca debemos juzgar a las personas por lo que parecen. Dios nos ve a todos como sus hijos y nos ama a todos de la misma manera.
Antes de nada debemos tratar de conocer a las personas y amarlas como Dios hace con nosotros. Dios ama a los de diferente color, de diferente pais, a los que no son como nosotros, los que no caminan, o no ven o no hablan y nosotros tenemos que hacer lo mismo. Amar a los otros como a nuestra familia.