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27/7/10

EL PODER DE LA RESURRECCION

“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Romanos 8:11).

El Señor hoy nos invita a buscar su rostro para hallar completa victoria en todas las áreas de nuestra vida, para lograrlo debemos permitir que el Espíritu Santo active Su unción en nuestra vida y comenzar a vivir de una manera sobrenatural y victoriosa.
Pablo nos dejó una gran enseñanza acerca del espíritu de resurrección.
Siendo vivificados
“Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes” (1 Corintios 15:36). La palabra “muerte” significa separación. Cuando el primer hombre pecó, su espíritu quedó inmediatamente separado de Dios, aunque su cuerpo murió años después. En la muerte natural, el espíritu se separa del cuerpo y, después de este desprendimiento viene la resurrección. Pero, ¿podrá alguien experimentar un renacer espiritual en esta vida? Pues esto es lo que Dios quiere hacer en cada creyente; a eso vino Jesús, a darnos vida, y vida en abundancia (Juan 10:10).
Desprendimiento del hombre espiritual de su naturaleza carnal
Jacob vivió por años en ambigüedad interior, luchando con su hombre carnal y su hombre espiritual; por tal motivo cometió muchas equivocaciones. Más cuando tuvo el encuentro con el ángel, experimentó el desprendimiento del hombre espiritual de su naturaleza carnal. “Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma” (Génesis 32:30).
Entrega total
“Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano” (1 Corintios 15:37). Conforme es en lo natural, también es en lo espiritual. El fruto tiene que brotar de dentro del grano; pero para que esto suceda, el grano tiene que ser depositado en tierra para que sea quebrantado y muerto.
Su vida es como un grano que se deposita en las manos del Señor, como una ofrenda viva, santa y agradable a Dios. El Señor comienza a trabajar con usted en lo más profundo de su corazón, hasta llegar a experimentar el total desprendimiento de su naturaleza espiritual y de la naturaleza carnal. Entonces es cuando puede discernir las cosas desde otro punto de vista.

Para lograr el poder de la resurrección en su vida, determínese a:
1. Alcanzar su naturaleza celestial
Hay creyentes espirituales y hay creyentes terrenales; unos son guiados por el Espíritu Santo y los otros son dirigidos por su propia opinión; los unos andan por fe y los otros andan por lógica. El hombre celestial lleva siempre la imagen de Jesús en él.
2. Renacer a una nueva vida
Una de las maneras en que el adversario trabaja en las vidas de las personas es presentándoles lo opuesto a lo que Dios tiene destinado para ellos. Pero cuando se renace a una nueva vida, Dios reviste a cada creyente de una naturaleza completamente diferente a la de su vida pasada. Podemos ver los siguientes ejemplos en la Biblia:
- Abraham: Pasó de ser un padre sin hijos a ser un padre de naciones.
-Jacob: De suplantador se transformó en un príncipe con Dios (Génesis
32:27,28).
3. Vivir en la fuerza del Espíritu
Jesús al resucitar de entre los muertos, conquistó el poder para dar vida a aquellos a quienes llamó y a los que han creído en Él. Puesto que su Espíritu nos vivificó y es Él quien vive en nosotros, tenemos su poder para desatar vida a través de la Palabra de Dios. Como Él es, así somos nosotros en este mundo.
4. Tener determinación
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58). Nos mantenemos firmes cuando ganamos almas para el reino de Dios; somos constantes cuando las consolidamos; crecemos en la obra del Señor cuando las discipulamos; conservamos el fruto de nuestro trabajo cuando las enviamos.
5. Desatar vida
Usted recibió espíritu de vida y no de muerte. Posiblemente pueda dirigir su mirada hacia algunas circunstancias que estén muertas, como sus finanzas, su matrimonio, ciertas amistades, etc. Más si permite que el Espíritu Santo more en usted, Dios vivificará todas esas cosas muertas por medio de Su Espíritu que mora en su vida. El Espíritu de Cristo dará vida a su ministerio, y el ministerio dará vida a miles de personas, porque Dios nos concedió el espíritu de vida, y el espíritu de vida mora en usted.