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12/8/09

LA ARMONIA FAMILIAR

Armonía familia implica que su hogar debe ser un ambiente de paz. Lo que genera un buen o mal ambiente en una casa son las palabras. Usted debe cuidar las palabras que salen de su boca. A muchos en la iglesia, hasta se les ve la aureola de santos en la cabeza, pero en la casa parece que colgaran la diadema en el perchero y se manifestaran como son en realidad, utilizando palabras ásperas, de menosprecio, y de ofensa. Todo lo que recibieron en la iglesia se pierde en un sólo segundo a causa de las palabras. Detrás de cada mensaje que usted habla, hay un pensamiento que ha aceptado en su corazón. Si ese pensamiento es incorrecto, es porque le ha dado lugar a una personalidad indebida, un demonio que controla sus labios. El proverbista dijo: “Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios” (Proverbios 6:2), esto significa que cada palabra que usted dice, lo ata. Por eso, la Escritura expresa: “Sea vuestro hablar si, si, no, no”, porque cuando habla más de la cuenta, peca. Por cada dicho ocioso que hablen los hombres, tendrán que rendir cuentas en el último día. “...porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45b). Por sus palabras será declarado justo o será condenado; ellas determinan su futuro. El proverbista dijo: “...mas las vanas palabras de los labios empobrecen” (Proverbios 14:23). Sature el ambiente familiar con palabras de paz y vida. Con sus palabras el hombre tiene que respetar, valorar, dignificar y hacer sentir amados a su esposa e hijos. Ser la cabeza del hogar no implica sólo que todos deban respetar sus decisiones, sino también que es el primero que debe dar el ejemplo. No utilice vocablos negativos o de menosprecio con su familia. No contamine el ambiente con ira, violencia o gritería. Cuando usted sienta que algo no le gusta y la adrenalina comience a subirle a la cabeza, póngase un pañuelo en la boca y cuente hasta diez, porque si habla cuando está enojado, de seguro ofenderá o herirá a alguien, y luego tendrá que arrepentirse. Una vez que las palabras salen de su boca, ¿cómo hace para regresarlas? Alguien dijo que cada palabra negativa que uno dice debe ser contrarrestada con diez palabras positivas. Hable siempre positivamente y en fe. No hay nada más bello que vivir en un hogar en el cual reinen el amor y la paz. Todos los días, desde que amanece, le digo a mi esposa que la amo. Hombres: Entiendan que el amor no comienza a las diez de la noche, sino desde que uno abre los ojos por la mañana y con las primeras palabras que diga. La armonía familiar implica también escuchar la opinión de los hijos. Algunos hijos quieren hablar con sus padres y cada vez que lo intentan, ellos están cansados o concentrados mirando un programa de televisión. Cuando esté leyendo el diario y su mujer le hable, deje de leer y mírela a los ojos, porque ella necesita sentirse amada, valorada, respetada y honrada en todas las formas posibles.Cuando el Señor le dijo al paralítico: “Hijo, cobra ánimo, tus pecados te son perdonados”. Lo primero que el Señor hizo fue cancelar todo argumento del pasado y borrar toda maldad. Luego que los pecados le fueron perdonados, le dijo: “Levántate, toma tu lecho y anda”. Si hay pecado en su vida, usted no podrá levantarse, seguirá postrado.Si hoy se arrepiente el Señor lo perdona, puede levantarse, caminar y conquistar.

Por el Pastor César Castellanos